Dana 2019

En Septiembre de 2019 la lluvia de nuevo se enojó violentamente sobre la Vega Baja. Sus lágrimas convertidas en incontenibles torrentes arrastraron casas, sueños y enseres acumulados por sus vecinos en muchos años.
Al contemplar lo que la torrentera les estaba haciendo, sufrían amargamente, como no lo habían soportado en otras muchas ocasiones.
Pero, enseguida que el sol despejó el cielo de nubes negras y el agua dejó de golpear en sus tejados y en sus almas, se remangaron para expulsarla de sus casas y calles.
No se encontraban solos porque junto a ellos, acudieron familiares, amigos y vecinos, llenos también del barro que todo lo cubría, para ponerse a su lado y arrancar el fango de lo aprovechable y desechar aquellos enseres que ya habían muerto.
Poco a poco, viviendas y muebles renacieron de nuevo. La riada fue vencida una vez mas.

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