
</5>Marruecos es un país de contraste donde sus gentes viven un continuo y vivificador caos: La fuerte desigualdad social, su proximidad al océano siempre agitado, sus altas cordilleras, el frío del invierno y el fuerte calor que desde el sur calienta sus tierras y almas, han forjado hombres y mujeres orgullosos de su pasado histórico y religioso y esperanzados en su futuro.</h5>